Mediante el
empleo de extractores y/o acondicionadores
de aire combinados con un sistema de niebla, es posible establecer la temperatura
de la fase gaseosa entre los 25 y 30 ºC
durante la estación estival, mientras que en la época invernal es necesario, a
veces, el empleo de mantas térmicas o serpentinas, sea de agua o aire caliente
a nivel del substrato, para mantener la temperatura por encima de los 18-20 ºC.
La temperatura
de incubación de los cultivos es un factor importante a tener en cuenta. Si
bien en condiciones naturales las plantas experimentan diferencias térmicas
durante el día y la noche, las temperaturas in vitro se mantienen casi
estables. Es importante señalar que cuanto más se asemejen las condiciones in vitro
a las óptimas de crecimiento de la especie estudiada, mayor será la respuesta
obtenida. En cultivos de hojas de Streptocarpus x hybridus sometidos a diferentes
temperaturas se observó que la regeneración mayor de brotes se producía a 12 ºC
mientras que por encima de los 30 ºC, prácticamente no se observó
diferenciación.
BIBLIOGRAFIA
- http://www.argenbio.org/adc/uploads/Libro_INTA_II/Parte_I.pdf
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