Un aspecto
importante a tener en cuenta lo constituye la elección del substrato, siendo el
adecuado aquel que permita el normal crecimiento y desarrollo de las raíces. Se
puede emplear: arena, perlita, turba, vermiculita, o mezclas de ellos, teniendo la precaución de
realizar una esterilización previa. Es conveniente el agregado de fertilizantes, sea a
través del substrato (fertilizantes de
liberación controlada) o bien mediante
el sistema de riego (fertilizantes solubles); empleándose proporciones ricas en fósforo (N-P-K:
9-45-15) y potasio (N-P-K: 4-25-35) que favorecerán el desarrollo radicular y la rustificación de
las plantas.
BIBLIOGRAFIA
- http://www.argenbio.org/adc/uploads/Libro_INTA_II/Parte_I.pdf
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